¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por una elevación en los niveles de azúcar en la sangre (Glicemia).
Los chequeos preventivos son muy importantes, porque lo más habitual es que la diabetes no presente síntomas. Sin embargo, los especialistas explican que cuando ya está muy descompensada puede producir:
- Mucha sed.
- Necesidad de ir muchas veces a orinar.
- Baja de peso.
Consecuencias de la diabetes
Esta enfermedad puede afectar prácticamente a todo el cuerpo, desde físico a lo psicológico. Los daños son diferentes en cada persona.
Con el tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre pueden dañar el corazón, los riñones, los pies y los ojos.
Pero esto no es todo, “porque también afecta muchas otras cosas, por ejemplo, al mismo nivel cerebral, se ha visto que se relaciona con demencia, a nivel psicológico produce depresión, puede afectar al hígado, llevando incluso a una cirrosis. En la piel podemos ver signos de la resistencia a la acción de la insulina que se manifiesta con oscurecimiento de los pliegues, lo que es llamado llamamos acantosis nigricans; se desarrollan acrocordones, que son unos pequeños ”lunares de carne” que aparecen en los pliegues y se favorecen las infecciones.
“Los altos niveles de azúcar generan una inflamación crónica en el cuerpo y cuando esto se asocia a otras enfermedades como, por ejemplo, el exceso de peso o la obesidad, hacen que esta inflamación sea todavía más pronunciada. Además, este exceso de azúcar produce la generación de unas sustancias tóxicas que se depositan en ciertas partes del cuerpo y favorecen el desarrollo de enfermedades” (Dra Kristel Strodthoff).
IMPORTANTE: Recuerda que esta información es de carácter educativa y no contribuye un diagnóstico.
¿Cómo elegir el mejor bloqueador solar?
Elegir el mejor bloqueador solar es fundamental para proteger tu piel de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta (UV). Aquí tienes una guía práctica para seleccionar el bloqueador adecuado:
1. Elige un factor de protección solar (FPS) adecuado
- FPS 30 o superior: Proporciona una buena protección contra los rayos UVB, responsables de las quemaduras solares.
- FPS 50: Recomendado si tienes piel clara, sensible o si te expones al sol durante períodos prolongados.
2. Protección de amplio espectro
- Asegúrate de que el bloqueador indique “protección de amplio espectro”, lo que significa que protege contra los rayos UVA (responsables del envejecimiento prematuro) y UVB.
3. Tipo de piel
- Piel grasa o mixta: Opta por un bloqueador no comedogénico y de textura ligera, como geles o fórmulas matificantes.
- Piel seca: Busca bloqueadores en crema con ingredientes hidratantes como ácido hialurónico o glicerina.
- Piel sensible: Prefiere protectores solares minerales con óxido de zinc o dióxido de titanio, que son menos irritantes.
4. Actividad y resistencia al agua
- Si haces deporte o nadas, elige uno resistente al agua.
- Ten en cuenta que incluso los resistentes al agua deben reaplicarse cada 2 horas o después de nadar.
5. Preferencias personales
- Considera si prefieres lociones, sprays, barras o polvos según la facilidad de aplicación.
- Algunos bloqueadores ofrecen beneficios adicionales, como antioxidantes o protección contra la luz azul.
6. Revisar la fecha de caducidad
- Un protector solar caducado puede ser menos eficaz, así que comprueba siempre la fecha antes de usarlo.
Para garantizar una correcta protección, aplica una cantidad generosa (alrededor de una cucharadita por área expuesta) y reaplica cada dos horas.
Debes saber que existen dos tipos de rayos solares que llegan a la superficie terrestre: UVA y UVB.
Pero, ¿en qué se diferencian?
UVA: Estos rayos penetran la piel y son los culpables de las líneas de expresión, la piel con tono desparejo y las arrugas. Pueden atravesar las nubes, una ventana de vidrio y la epidermis, generando signos de envejecimiento prematuro.
UVB: Son los responsables de que se active la melanina y la piel se broncee pero también los causantes de las quemaduras provocadas por el sol. Si bien los rayos UVA penetran en una capa más profunda de la piel, ambos pueden generar a largo plazo cáncer de piel.
Por lo tanto, los protectores solares de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 15 o más pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de la piel.
Sin embargo, es importante seguir usando otras medidas de protección solar, como evitar la exposición al sol en horas de mayor intensidad.
Para saber si un protector solar es de amplio espectro, se puede revisar la etiqueta del producto para ver si especifica la protección UVA y UVB.